Destacate de la forma más delicada y elegante
Mirá la nota completa en nuestro blog de Vestidos de Fiesta
A la hora de elegir el vestido una de las primeras decisiones que debés tomar es si querés un vestido largo, o uno corto o un vestido de dos piezas. Igual de importante es elegir el color.
En primer lugar, debés saber que todos los colores pueden utilizarse sin importar qué piel tengas. Sin embargo, es recomendable evitar tonos muy similares al color de nuestra piel. Por ejemplo, si tenés una tonalidad rosácea o trigueña, es mejor evitar esos colores.
También es necesario tener en cuenta que la luminosidad de colores elegidos debe oponerse a la de nuestra piel. Para pieles oscuras es mejor utilizar vestidos de colores luminosos o claros, y aquellas con piel clara se verán favorecidas por tonos oscuros y saturados. Podés ver distintos diseños y colores de vestidos en nuestra galería.
Piel muy clara
Los tonos a destacar son el rojo, los verdes y azules oscuros. Si tenés ganas de usar un color claro, es recomendable que algunos detalles del vestido sean más oscuros para resaltar más.
Piel Clara
Los colores neutros (blanco, negro o gris), el rosa, el rojo, el lila o el azul favorecen mucho a este tono de piel.
Piel Trigueña
Casi todos los tonos de vestidos favorecen este tipo de piel, si bien es preferible evitar colores neutros ya que no permitirán que te destaques. Siempre es interesante también que le consultes a la diseñadora de tu vestido.
Piel Oscura
Si querés lucir elegante, el blanco va a permitir que destaques de una forma delicada. Para salir de lo tradicional, el amarillo es un gran tono que permitirá que tu piel resalte y se ilumine.
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